Elegir un calzado u otro según la ocasión es un tema que deberíamos tratar con detalle.
Hablaremos primero del calzado de trabajo o de uso diario.
Dependiendo de si trabajamos en una fábrica, si nos exigen un zapato adecuado para traje, si podemos ir calzados a elección propia o incluso más de sport me gustaría que cada uno de vosotros hicieseis antes de salir de casa una reflexión sobre la actividad que vais a realizar durante la jornada.
El calzado que se utiliza y es obligatorio llevar en empresas y fábricas es el calzado de seguridad industrial o de protección.
Este calzado ofrece una protección al pie contra los riesgos derivados de una actividad laboral. El elemento esencial que incorpora este calzado es un refuerzo metálico en la puntera para proteger los dedos de impactos.
Otros elementos dependiendo de la actividad que se verán reforzados o modificados según la actividad pueden ser la suela, el contrafuerte o la caña si es en el caso de botas. Pensemos que ante objetos pesados que puedan caerse cuando se manipulan, peligro de descargas eléctricas, en ambientes de electricidad estática o al entrar en zona de obras es necesario el estar protegidos aunque éste resulte incómodo.
En el caso de personal sanitario, farmacéuticos, limpiezas y profesionales que utilicen zuecos me gustaría señalar que lo más importante es que el zueco sea cerrado. Es muy importante pensar que si estamos tiempo prolongado de pie y hacemos pequeños desplazamientos para que este no se escape inconscientemente encogemos los dedos para agarrar el zueco y que no se escape.
Ese gesto continuo puede crear tendinitis muy dolorosas en parte de la musculatura del pie. Si es verano y debido al calor no se soporta un zueco cerrado aconsejo los zuecos de piel que llevan una tira para sujeción en la parte trasera del talón.
Otro calzado que se utiliza cuando se trabaja con uniformes o trajes es el mocasín o castellano. Este calzado masculino suele ser de cuero y suela dura. Se caracterizan por carecer de sujeción en el empeine ya sea con cordones, hebillas o cualquier otra sujeción. Cuentan con una pala ancha cosida al resto que forma una sola pieza y se calzan en un solo gesto.
Sobre este calzado aconsejo que sea ligero, que la suela sea lo más flexible posible y si se puede, elegir el calzado con suela de goma y que sea acordonado ya que así podemos ejercer la presión adecuada con la anchura de nuestro pie y si existe inflamación de este a lo largo del día.
En el zapato de señora para el trabajo lo dejo a elección de cada una siguiendo unos pequeños consejos:
Si se va a caminar mucho es conveniente no usar demasiado tacón (lo normal sería entre 2 y 5 mm para señoras).
Además del tipo de ocasión (ya que las más formales casi siempre requerirán el uso de tacones) también deberás tener en cuenta factores como el lugar donde vas a ir, las horas que deberás pasar de pie, la capacidad de aguante que tengas al ir en tacones… Si no te vas a sentir cómoda con zapatos de tacón, busca un calzado plano que combine con tu vestido. O siempre cabe la opción de combinar ambos y, una vez te canses de los tacones, cambiarlos por unos planos.
Para personas con algún problema o edad avanzada los aspectos a tener en cuenta son la comodidad y adaptabilidad a la forma del pie.
Otros aspectos a contemplar es que el calzado ajuste perfectamente a las deformidades sin llegar a oprimirlo, por tanto la horma debe ser amplia tanto en anchura como en altura para que evite que rocen los dedos (deformidades como dedo martillo,garra…).
Los deslizamientos entre el zapato y el pie y la presión deben evitarse para no ocasionar úlceras en el caso de las personas diabéticas.
En cuanto al diseño del zapato se recomienda que sean cerrados y fabricados en piel natural para una mejor transpiración y dotar al pie de una temperatura adecuada. También se aconseja que lleve un contrafuerte para sujetar al tobillo y dar soporte al talón.
Un elemento que valoro muy importante en cualquier zapato y para cualquier edad es la suela. La plantilla y la suela debe ser gruesa y de un material que amortigüe la presión (así evitaremos el frecuente dolor bajo los dedos denominado metatarsalgia).
Por último, diferenciar muy bien que el uso ocasional de un zapato para un acontecimiento o situación especial y que pueden ser usados por unas horas es muy diferente que el criterio que hemos utilizado para éste que he comentado como zapato de uso diario o actividad. En ese caso lo dejo a elección de cada uno según su gusto y ocasión.