A diferencia de otras lesiones que se producen en deportes como fútbol, tenis o balonmano, las lesiones en el tenis no se generan por el contacto físico directo con otros jugadores. En este caso podríamos hablar más de lesiones asociadas a intenso entrenamiento, el contacto con los materiales y por tratarse de una práctica de impacto para las rodillas y tobillos.
El codo de tenista es quizás una de las lesiones más conocidas y populares en este deporte. Conocida médicamente como epicondilitis, afecta a los radiales ubicados en la cara externa del codo y es debida normalmente a microtraumatismos por golpear la pelota con la raqueta. Aquí pueden influir el brazo del tenista, su técnica y la tensión de las cuerdas.
Los problemas en los hombros también son comunes ( en especial las lesiones o tendinitis de los manguitos de los rotadores), los cuales se encargan de la rotación de nuestros brazos.
También pueden dañarse por la dinámica en el deporte la espalda y sufrir las rodillas tendinitis.
A nivel de miembro inferior puede ser habitual el esguince de tobillo , debido a los movimientos laterales y siendo más frecuente el externo.
Fracturas por estrés: el 22% de los jugadores juveniles sufren fracturas por estrés comparado con el 7,5% de jugadores profesionales. Se deben al incremento rápido en el ritmo de entrenamiento. Cuando los músculos se cansan, el hueso está sujeto a más estrés. Si esto ocurre en poco tiempo, el hueso no es capaz de ajustarse lo suficientemente rápido para asimilar el estrés y termina rompiéndose.
Pueden presentarse en la pierna (tibia o peroné), o en el pie ( escafoides o metatarsianos). Se pueden prevenir con un adecuado fortalecimiento antes de la temporada y uso de buena zapatilla con una correcta amortiguación.