Las alteraciones de la biomecánica en la presión del pie, el aumento de la presión plantar, deformidades óseas, disminución de la almohadilla plantar y la limitación de la movilidad en los pacientes diabéticos aumentan el riesgo de úlceras y amputaciones.
El manejo del pie diabético debe ser multidisplinar entre varios profesionales. Se deben prevenir las lesiones a través del excelente control de la glucosa, la evaluación mensual del pie por el podólogo, diferentes tratamientos en caso de neuropatía o artropatía, utilización de vasoactivos si presenta arteriopatía y la actividad física programada para cada caso particular.
En los casos más severos de amputaciones, le informamos de los mejores especialistas para su caso y las ortopedias más avanzadas para la fabricación y adaptación de las prótesis, con las que trabajamos estrechamente con el objetivo de ayudar a cualquier paciente ante esa difícil pero superable situación.