Tras pasar la época de calor donde tenemos los pies más expuestos llega la hora de recogerlos en zapato cerrado y hay muchas probabilidades de que empecemos a tener roces o dolencias de algún tipo.
La deshidratación que han tenido nuestros pies durante el verano y la compra de calzado “nuevo” de suelas más rígidas y contrafuerte más duro será algo que tendremos que tener en cuenta para sufrir lo menos posible (sobretodo los niños con la vuelta al cole).
Te recomiendo una revisión tras el verano por parte de tu podólogo para hacer en consulta una quiropodia y tratar de eliminar esas duricias, callosidades, problemas en las uñas y evitar problemas que se agraven con el paso del tiempo.
Es importante sobretodo en el caso de personas diabéticas y las que sufran algún tipo de neuropatía o problemas vasculares para evitar que cualquier roce pueda derivar en una posible úlcera que agravaría mucho más el problema.
En el caso de los niños se empezará a realizar a partir de los 3 años revisiones en principio anuales para explorar cómo se está comportando el pie y si hay algún tipo de problema en su marcha hasta que se termine el crecimiento.
Podemos encontrar cualquier alteración como pies planos,valgos, cavos o alteraciones en rodilla, cadera, espalda que habrá que valorar durante todas las fases del crecimiento.
Para todo ello disponemos en consulta de plataforma de presiones, cinta de marcha y todos los medios necesarios para realizar un estudio biomecánico de la marcha.